Una serie de experimentos realizados con un perro collie abrieron un debate entre los científicos, ya que un grupo de origen alemán descubrió que entiende más de 200 palabras y que puede aprender otras nuevas tan rápido como muchos niños.
“Esta habilidad sugiere que las estructuras del cerebro que respaldan este tipo de aprendizaje no son únicas para los humanos”, afirmó Katrina Kelner, subeditora del área de Ciencias Vivas de la revista Science, donde fue publicado el estudio.
Una integrante del directorio American Kennel Club, Patti Strand, dijo que este informe referido a un collie llamado Rico representa “buenas noticias para aquellos que como nosotros le hablamos a nuestros perros”, informó.
Los estudiosos establecieron que Rico conoce los nombres de docenas de juguetes y puede hallar a uno de ellos cuando su amo lo llama por su nombre.
“Se trata de la misma clase de vocabulario que el de los monos, delfines y loros entrenados para comprender palabras”, explicaron los investigadores en el informe.
Los investigadores pusieron varios juguetes conocidos en una habitación junto a uno que Rico no había visto antes. Desde otra habitación, el dueño pidió al perro que elija ese juguete, utilizando un nombre que el can nunca había escuchado.
El collie, fue capaz de regresar a la habitación con el juguete y en siete de diez ocasiones, trajo el juguete que nunca había visto antes. El perro pareció comprender que, como sabía los nombres de los otros juguetes, el nuevo podría ser el único cuyo nombre no le resultaba familiar.
La investigadora Julia Fischer, del Instituto Max Planck para Antropología Evolutiva, de Leipzig (Alemania), dijo que “aparentemente (Rico) fue capaz de vincular una palabra nueva con un objeto nuevo basándose en la exclusión de lo conocido, así fuera porque sabía que los objetos familiares para él ya tenían nombres, o porque no eran nuevos”.
Un mes más tarde, el perro todavía recordaba el nombre del nuevo juguete en tres de los seis llamados. Esta tasa es la que los científicos consideran equivalente a un niño de tres años de edad.
“La habilidad de aprendizaje de Rico puede indicar que cierta parte de la comprensión del lenguaje se desarrolló en forma separada del lenguaje humano. Ya que no es necesario poder hablar para comprender mucho”, dijeron los científicos.
El equipo destacó que los perros evolucionaron con los humanos y fueron seleccionados por sus habilidades para responder a la comunicación de la gente.
Pero Paul Bloom, de la Universidad de Yale (los Estados Unidos), llamó a la cautela en un comentario también publicado por Science, porque “los niños pueden comprender palabras utilizadas en una gama de contextos. La comprensión de Rico está expresada en su comportamiento para llamar la atención”, dijo Bloom.
Fischer y sus colegas siguen trabajando en el hogar de Rico, que nació en diciembre de 1994 y vive con sus dueños, para establecer si puede entender pedidos para poner juguetes en cajas o entregárselos a una determinada persona.
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