Nacimiento hasta la tercera semana (1 – 21 días)
El cachorro necesita a mamá y a sus hermanitos. Ellos no pueden regular muy bien su temperatura corporal, por lo que deben tener un lugar cálido para dormir. El entrenamiento no es efectivo en esta etapa. Todavía tienen que abrir sus ojos y sus oídos, y muchas cosas más, a demás de arrastrarse. Su instinto es el de llorar cuando se los separan de la calidez de su camada (de forma que mami pueda salvarlos). No los manipules más de lo estrictamente necesario.
Cuarta semana (21 a 28 días)
Ojos y oídos ya deben estar abiertos para este momento.
Se comienza a gestar la habilidad para vincularse con humanos, por lo que se recomienda manipularlos suavemente. Toda manipulación ha de ser supervisada, y no debe permitírsele a los niños que levanten a los cachorros.
NO separes a los cachorros de su camada. No los destetes en esta etapa. Si alguna complicación con la mamá requiere separarlos de la camada en forma temprana, hazlo antes de los 21 días, o luego de los 28 días.
Quinta a séptima semana (28 a 49 días)
La mamá va a estar en el proceso de destetar a sus cachorros. Es importante que le permitas hacer su trabajo. Si separas abruptamente los cachorros de su madre y comienzas a alimentarle comida para cachorros, ellos se habrán perdido una muy importante lección de vida. Al permitirle a su mamá destetar a los cachorros, gradualmente, ellos aprenden que los recursos no siempre están disponibles. Algunas veces el recurso (mami) está ahí, pero no está disponible para el cachorro (ella no tiene ganas de alimentarlo). Deberías suplementar su alimentación con comida para cachorros humedecida durante este tiempo. Pero, si directamente pasas de la mamá que provee comida según lo demanden, a ser tú quien lo hagas, los cachorros obtendrán una visión distorsionada de la realidad (serán consentidos), y no aceptarán con facilidad la decepción de acceso limitado más tarde en la vida.
Dale atención individual diaria a cada cachorro, acostumbrándolo a interacción humana positiva.
Los cachorros de esta edad ya pueden comenzar a entrenarse para el baño, e intentarán “aguantarse” hasta que puedan ir a un material absorbente, lejos del área donde duermen. Si les provees con un área de estas características, la domesticación será más fácil.
No separes a los cachorros de su camada. Espera hasta luego de las 7 semanas de edad para permitir que los cachorros vayan a sus nuevos hogares. Si bien es importante que los cachorros se separen de su camada diariamente durante cierto tiempo, si los separas por completo ellos se van a perder más lecciones importantes de vida. Los cachorros aprenden a inhibir su mordida mordiendo a sus hermanos. Cuando muerden muy fuerte, el hermano chilla, y puede contestar devolviéndo la mordida, o bien ignorando al “maloso”, y rehusarse a jugar con él. Esto le enseña a los cachorros a no ser rudos, y si bien juegan a pelear y a luchar, ellos morderán suavemente, sin lastimar a los otros cachorros. Un perro que no aprende esta lección podría causar daños serios a una persona o un niño más adelante. Cuando muerden, no se inhiben, y una mordida no inhibida puede requerir puntadas. Un perro puede hacer mucho daño con su boca, y es importante que permanezca con sus hermanos para recibir un “curso de seguridad de armamento” de parte de sus hermanos y hermanas. Este entrenamiento se lleva a cabo entre las semanas sexta y séptima, así que si los cachorros se adoptan antes de ese tiempo, podrían ser un peligro potencial.
El cachorro también aprende otras habilidades cruciales a esta edad. Aprende a hablar en perro. Aprende habilidades sociales que le permitirán interpretar mensajes no hablados de otros perros, y dar las respuestas apropiadas. Cosas como señales de tranquilidad (un tipo de gesto amigable, y sumiso) se aprenden en este momento, y ayudarán a tu perro a comunicarse con otros perros a lo largo de su vida. Si se lo separa de la camada, sin tener esta información vital, podría ser frecuentemente abusado o atacado por otros perros cuando no reciben la información que ellos necesitan de él. Si no “habla el lenguaje”, le va a costar expresarse. También podría convertirse él mismo en un buscapleitos, porque no entenderá las señales de “vete de aquí” que otros perros le dan. Esto podría terminar en una pelea muy fea. El peor caso es que el cachorro no comprenda que él es un perro, y será temeroso de todos los otros perros (como si fueran algo así como extraterrestres).
Octava a doceava semana (49 a 84 días)
A esta edad tú te harás cargo del rol de “madre” de tu nuevo cachorro. El cachorro llorará cuando se lo separe de su única cuidadora que ha conocido durante toda su vida. Esto es absolutamente natural. Especialmente cuando consideras que nosotros como humanos estamos muy lejos de su dotada madre canina. Cuando llora, ella generalmente se presenta en un abrir y cerrar de ojos, para ver qué anda mal. Los humanos, por otra parte, tendemos a traer un cachorro y simplemente meterlo en su cajón o en el garage la primera noche, y luego nos preguntamos porqué el pobrecillo grita desconsoladamente sin parar.
Para hacer sus primeras noches más fáciles para tus cachorros, recomendamos permitirle que esté muy cerca de tí. No te preocupes por cuáles serán las reglas para el futuro, o si el cachorro será vivirá fuera de la casa, separado de la familia a la que aprenderá a amar. Esas pocas primeras noches deberían tener un trauma tan pequeño como sea posible. Si encierras tu cachorro lejos de tí, él va a sentir que se ha perdido, o que ha sido abandonado, y llorará para ser rescatado. Simplemente debes asegurarle que tiene un nuevo hogar, con padre humano, y que puedes ser tan amoroso y reconfortante como su verdadera mamá (bueno, casi).
Manténte muy cerca, lo que quiere decir contacto corporal. Las opciones son:
- Coloca al cachorro en su cajón (transporte), jaula o corral con la puerta abierta justo al lado de tu cama, con tu brazo colgando hacia abajo para acariciar al cachorro para que duerma, odnde te pueda ver, oír, y sentir.
- Coloca a tu cachorro en la cama contigo (no recomendable). Esto es difícil por varios motivos: el cachorro no está domesticado, puede caerse de la cama y lastimarse, puede pensar que esa es su cama si esto continúa por varias noches.
- Coloca el cajón de tu cachorro sobre la cama contigo. Esto previene accidentes, masticar, o caer, y acostumbrará al cachorro a usar su cajón. Puedes abrir la puerta y acariciar o arropar al cachorro.
Una vez que tu cachorro se da cuenta que sólo se trató de un cambio de dirección, y no que ha sido condenado a ser encerrado en un frío calabozo sin contacto humano por el resto de su vida (¡y que horrible existencia esa sería!), él ya no necesitará dormir en la cama contigo, y su cajón puede trasladarse a otra parte de la casa donde sea más cómodo para tí.
El cachorro va a pasar buena parte del tiempo en su cajón, hasta que sea lo suficientemente maduro para que se le permita acceso ilimitado a la casa sin supervisión. Entonces, deberías colocar el cajón donde él pueda verte durante el día mientras vas y vienes por la casa. Si por algúna razón eres lo suficientemente necio como para permitir a ese precioso cachorro comemuebles, ensucia alfombras, y masticador de cables eléctricos, suelto para destrozar tu casa, porque pensaste que no necesitabas un cajón, no te atrevas a enojarte con él cuando esta lindura ataque el bote de basura, destruya tus poseciones, haga popó en cualquier lado, y llene tu casa de papel sanitario. El cajón también le sirve como su lugar de juegos personal, que lo mantiene protegido de lastimarse haciendo cosas que los cachorros no deberían estar haciendo. Las mamás no pueden estar cuidando bebés o cachorros todo el tiempo, por eso tenemos los corralitos (cajones) para contenerlos fuera de peligro. Mandar a tu cachorro fuera tampoco es la solución. ¿Para qué lo adquiriste, en primer lugar? Aunque planees que el sea un perro para estar afuera, siempre es una buena idea socializar a tu cachorro para estar dentro de la casa, y entrenarlo a usar el baño.
Este es el comienzo del período de socialización, donde los cachorros necesitan conocer tantos nuevos “sustantivos” (gente, lugares y cosas) como sea posible. Esto es más que la gente que te visite, o tu propio patio. Debes exponer al cachorro a todos los tipos de cosas en el mundo, así no les van a temer cuando sean adultos. La “regla de los sietes” dice que debes exponer a tu cachorro por lo menos a siete clases nuevas de superficies, siete tipos nuevos de personas, siete tipos nuevos de comidas, siete tipos nuevos de comidas, y siete tipos nuevos de lugares, al momento que cumpla sus 12 semanas. Toda nueva situación debe ser presentada en una forma neutral o positiva. Nada que lo asuste o le cause dolor.
El cachorro experimenta el período de impresión de miedo entre las 8 y 9 semanas de edad, y cualquier encuentro traumático quedará con el cachorro durante toda su vida, si permites que ocurra. Puedes pensar en posponer una cirugía de recorte de orejas u otros eventos traumáticos hasta luego de la novena semana. Deberías presentar a tu cachorro a niños tranquilos, y supervisar su interacción cuidadosamente. No permitas que el niño lastime o asuste al cachorro. La mejor manera de que a un niño no se le caiga un cachorro es no permitir que lo levante. Ellos no quieren tirarlo, pero intenta explicarle al pobre cachorrito quien quedará asustado de por vida y ahora le huye a los niños.
No aísles al cachorro de los humanos en esta etapa. Hacerlo creará un perro que está inadaptado de por vida, y que no será un buen candidato para formar lazos con humanos que son una parte necesaria del entrenamiento, y de la vida en general con tu perro.
Este es el momento perfecto para reforzar el deseo natural del cachorro de ser limpio en la casa. El uso de un cajón (transporte), un horario de comidas, y entrenamiento a base de premios, mantendrán los hábitos limpios que tu cachorro ya había comenzado a desarrollar mientras estaba en su camada. Si le permites acceso libre a la casa, y no lo supervisas, o no haces que sea beneficioso para él (premios) ir al baño fuera de la casa, causarás que el cachorro sienta confusión sobre dónde debe de “hacer”. Tanta gente se queca que no puede domesticar a su cachorro. Es un hecho que los cachorros ya están auto-entrenados para el uso del baño al momento de abandonar la camada. Es cuando arriban a su nuevo hogar que sus dueños los confunden acerca de dónde deberían ir. Los nuevos dueños reciben un cachorro perfectamente limpio y le enseñan a ensuciar la casa al hacer todo lo indebido.
Ahora debes comenzar a entrenar a tu cachorro, y no esperar hasta que el perro tenga 6 meses. El cachorro absorbe como una esponja a esta edad, y no entrenarlo en forma estructurada es permitirle que aprenda malos hábitos. Los cachorros tienen el cerebro completamente desarrollado a los 49 días. No hay absolutamente ningun motivo para esperar más tiempo que eso para comenzar a enseñarle comportamientos adecuados. Es mucho más fácil instalar comportamientos correctos que dejar que el cachorro crezca como un salvaje y luego intentar “desentrenar” los malos comportamientos.
En el pasado, la gente recomendaba que el entrenamiento no comenzara antes de los 6 meses porque muchas clases de entrenamiento utilizaban métodos de castigo para enseñar obediencia. Hoy día, nos damos cuenta que los métodos positivos son mucho más efectivos. Hasta un cachorrito puede aprender lo básico de sentarse, abajo, quédate, ven, y junto, sin siquiera ponerle un collar o una correa. El perro ya no necesita tener 6 meses para aguantar las duras correcciones que se le dan en nombre del adiestramiento. Si encuentras una clase de adiestramiento y descubre que utilizan correcciones para entrenar, HUYE!! Si te dicen que utilizan un método de elogios, ten dudas. Los elogios por sí solos no significan nada par aun cachorro que no habla español, y sin complementarlo con algo positivo (como comida), no sirve de nada. Muchos entrenadores de castigo sólo utilizan elogios como refuerzo positivo. En este contexto, el elogio significa un “no castigo”. No es realmente un refuerzo positivo. Solo significa “esta vez no te voy a dar un jalonazo”. Así que el perro sigue trabajando para evitar ser castigado. Con los métodos positivos, el perro es recompensado con algo que el en realidad quiere, como su recompensa. Trabajará, y duro, para recibir su recompensa, y pronto va a estar haciendo exactamente lo que le pides, y muy felizmente. No se requieren castigos.
Sigue socializando a tu cachorro hasta las 16 semanas. Debes continuar socializándolo incluso luego de eso, pero nunca es más importante que el período que va entre las 8 y las 12 semanas de vida. Tienes una muy breve ventana de oportunidad en la cual aclimatar a tu perro al mundo. No te quedes dormido. Saca a ese cachorro! Y no sólamente a su clase semanal. Haz un esfuerzo real para presentar a tu cachorro a tantas situaciones positivas como sea posible. Aquí hay una lista de ideas:
- Llévalo al veterinario cuando no necesite una vacuna. Sólo vé a “pasear”, dale galletas y pásala bien!
- Llévalo a tiendas de mascotas. La mayoría de ellas permiten el ingreso de mascotas. Conocerás a muchas personas amantes de los perros que estarán felices de presentarse a tu cachorro. El cachorro podría conocer otros cachorros y animales allí. No los acerques a cachorros de vidriera, sin embargo, los que a menudo están muy enfermos y pueden transmitir una enfermedad a tu cachorro.
- Llevalo al parque, con correa, y cuídalo de otros perros que parezcan agresivos.
- Inscríbelo en una clase de entrenamiento para cachorros
- Llévalo a un evento deportivo al aire libre (por cortos períodos de tiempo)
- Llevalo a cualquier lugar donde esté permitido entrar con un cachorro.
Lo importante aquí es que el cachorro necesita algo más que un paseito en el parque, o una vuelta a la manzana. Necesita conocer nueva gente, paisajes, sonidos, aromas, y ambientes, cada día, todos los días.
Tienes que ser particularmente diligente con esto si tienes otro perro en la casa, o si adoptastes dos cachorritos al mismo tiempo. Cada cachorrito necesita pasar tiempo contigo, separados del otro, así se crean lazos. Si ellos forman lazos muy fuertes entre sí, para qué te necesitan a tí?
Semana dieciseis en adelante
Como mencionaba anteriormente, deberías continuar llevando a socializar a tu perro con otros perros y gente en forma regular durante toda su vida. No quieres que se olvide de habilidades sociales importantes, tales como saludar apropiadamente. Pero es imposible compensar por la falta de socialización durante la edad crítica de cachorro.
Puede que veas que tu perro disfruta de encuentros regulares con uno de sus viejos amigos perrunos. O, tal vez, quisiera inscribirse en un equipo de flyball y volverse un atleta. Como mínimo, disfrutará acompañarte en tus vacaciones. Si lo socializas y entrenas bien, esto no será un problema. La socialización es la clave para un perro bien adaptado, calmado, y feliz. El entrenamiento también es muy bueno, y contrario al viejo dicho, sí se puede enseñar nuevos trucos a un perro viejo. No se puede, sin embargo, darle a un perro viejo la socialización que debería haber recibido de cachorro.
Vivo solo y viajo constantemente, pero me gustan los perros, tengo preferencia por los molosos, sin embargo me ha costado trabajo elegir una raza que me pueda hacer compañía, alguién me puede ayudar?
Noé, a menos que tengas alguien que se pueda encargar de tu perro durante tu ausencia, o que tu perro pueda acompañarte durante tus viajes, me parece que tu estilo de vida no es muy compatible con las necesidades de un perro. Saludos!