El clicker es una nueva forma para comunicarse con los animales, y es más fácil de aprender que los métodos tradicionales de entrenamiento. Se puede entrenar con clicker cualquier tipo de animal, de cualquier edad, ya sean cachorros, animales de edad avanzada, gatos, aves, y cualquier otra mascota.
El clicker se basa en teorías psicológicas probadas, como el conductismo. Según esta teoría, hay dos clases de refuerzos (a los que, en adelante, llamaremos indistintamente premios o recompensas): el refuerzo primario y el refuerzo secundario.
El refuerzo primario no es otra cosa que la recompensa propiamente dicha. Por ejemplo, para tu perro un refuerzo primario podría ser un trozo de salchicha. Para un niño, podría ser el recreo en la escuela.
El refuerzo secundario es algo que por sí solo no consiste en un premio, ni tiene ningún valor. Pero es un indicador inequívoco de que, a continuación, vendrá el refuerzo primario. En el caso del niño del ejemplo anterior, el refuerzo secundario es el timbre o la campana. El niño no espera el recreo, espera que suene la campana, porque ha asociado que la consecuencia de la campana, es el recreo, o el fin del día de clases. ¿Causaría en un niño algún tipo de emoción una campana sonando, si no estuviera asociada a un momento de placer, como lo es el recreo?
Para un perro, en nuestro método, ese refuerzo secundario es el clicker. Él aprenderá que, tras ese sonido, viene algo que a él lo hará feliz. En otras palabras, podríamos decir que el clicker es un puente que sólo conduce a cosas buenas.
Las siguientes son las instrucciones básicas para entrenar con el clicker:
Presiona y suelta la pieza metálica del interior del clicker. Deberás obtener dos sonidos: ¡click-click!. Dale un premio al perro inmediatamente después. La acción completa se denomina ¡click-premio!.
- El primer paso consiste en accionar el clicker para obtener este sonido, en presencia del perro a entrenar, y otorgarle en ese instante, un premio (¡click-premio!). De inicio, la mayoría de las mascotas prefieren algo de alimento, que debe ser pequeño (para que no lo satisfaga rápidamente), pero muy suculento, como trozos de salchicha o jamón, o queso, dependiendo del gusto y tolerancia del perro en cuestión. Se puede utilizar cualquier cosa que en ese momento el perro desee. Si no le apetece algo de comida, pueden utilizar juguetes o caricias.
- Define la acción que quieras premiar, por ejemplo, sentarse o caminar hacia ti. Observa atentamente para captar el momento en el que el perro ejecute la acción por sí solo. Oprima el clicker durante la acción, no una vez que esta haya finalizado. Esto debe ser inmediato, ya que el tiempo es muy importante para que pueda relacionar la acción con el premio. El ¡click-click! marca el final del comportamiento, así que no es importante que el perro deje de realizar la acción, una vez que lo haya escuchado. Dale entonces un premio.
El momento de accionar el clicker es muy importante, mientras que el momento para dar el premio no lo es. Es decir, una vez que haces click, el premio puede venir varios segundos después. - Se puede dar un ¡click-premio! cada vez que el perro realice algo que a ti te guste. Puedes comenzar con acciones sencillas, como sentarse, echarse, caminar, tocar tu mano, tocar algún objeto, subirse a algún lugar, etc.
- Se debe accionar el clicker una sola vez (¡click-click!). Si quieres demostrar más entusiasmo, aumenta la cantidad de premios, y no el número de veces que haces que el clicker suene.
- Mantén las sesiones de práctica cortas. Se aprende más en tres sesiones de cinco minutos de duración, que en una hora de repeticiones aburridas. Se obtienen resultados impresionantes, y se pueden enseñar muchas actividades al mismo tiempo, si se utiliza el clicker en los ratos libres durante la rutina diaria.
- Corrige los malos comportamientos premiando los buenos. ¡click-premio! cuando el cachorro orine o defeque en lugar correcto. ¡click-premio! cuando tenga las patas en el suelo, no cuando brinque. ¡click-premio! por mantenerse en silencio, en lugar de gritarle porque está ladrando. Elimina los tironeos de correa dando un ¡click-premio! cuando el perro no tire.
- Acciona el clicker cuando el perro ejecute movimientos que se acerquen a su meta final, sin importar si los movimientos fueron voluntarios o accidentales. Es posible dirigir al perro hacia determinada posición o actividad, atrayéndolo con el premio, pero no lo tironees, sujetes, o presiones, ni utilices la fuerza para mantenerlo u obligarlo a asumir una posición. En su lugar, permítele descubrir por sí mismo cómo realizar el movimiento. Si es necesario, para fines de mayor seguridad (como en lugares públicos) utiliza una correa, pero no la utilices para corregirlo.
- No esperes a premiar hasta que tengas la acción completa y perfecta que deseas de tu mascota. Da un ¡click-premio! por cada pequeño acercamiento en la dirección correcta. Si deseas que el perro se siente, comienza dando un click y premiando cuando comience a doblar las patas traseras. Si deseas que acuda al llamado, comienza premiando cuando apenas de algunos pasos hacia ti, o bien cuando esté lejos y te mire.
- Aumenta gradualmente la dificultad de los ejercicios. Cuando ya tengas una buena respuesta por parte del perro, es decir, cuando ejecute bien un ejercicio, de manera voluntaria y repetidamente, comienza a pedirle mayor perfección. Espera unos segundos antes de premiar, para que se siente por mayor tiempo, o camine por mayor distancia, o sólo premia cuando ejecute una acción a mayor velocidad. Esto se lo conoce como “moldear el comportamiento”.
- Cuando un perro ha aprendido a realizar un comportamiento por un ¡click-premio!, comenzará a ejecutar esa acción de manera espontánea, sin que nadie se lo pida. Ese es el momento para comenzar a usar una palabra que identifique la acción, o bien una señal con la mano, o una combinación de ambas. Premia entonces la acción sólo cuando tú hayas dado la señal, y empieza a ignorar las veces que el perro realice el comportamiento sin que se lo hayan indicado.
- Si el perro no responde a un comando, probablemente aún no lo ha aprendido bien, está cansado, distraído, estresado o nervioso. Practica nuevamente, y de ser necesario, en un sitio más tranquilo, con menores ruidos y distracciones. Si cuentas con varias mascotas, sepáralas en un inicio, para que puedan aprender más fácilmente.
- Lleva el clicker contigo, de ser posible, siempre que estés en contacto con el perro. Aprovecha las acciones que realice que te parezcan simpáticas o agradables, como levantar una pata, sacudir la cabeza, sujetar un juguete, de este modo podrás premiarlas y aumentar la frecuencia de comportamientos deseados. Se puede usar el clicker para premiar varias acciones en la misma sesión, sin que por ello le cause confusión a tu mascota.
- Si te encuentras molesto, nervioso o irritable, no es un buen momento para entrenar. Mientras estés entrenando utilizando el clicker, NO utilices simultáneamente correcciones, tironeos, gritos, o técnicas tradicionales de sometimiento. Tu mascota puede perder la confianza en ti y reaccionar con miedo a los ejercicios aprendidos.
- Si no se observan adelantos en algún comportamiento en particular, probablemente no se está accionando el clicker en el momento adecuado. Es indispensable que el sonido ¡click-click! ocurra en el instante que está ocurriendo una acción, no después. En ocasiones, la presencia de un observador o ayudante que compruebe la exactitud en la señal es de gran utilidad.
Formas de no utilizar el clicker:
- Para llamarlo para que acuda a ti.
- Para castigarlo o molestarlo
- Para que te preste atención
- Para jugar
- Para que juegue algún amigo o niño
El clicker es una herramienta de entrenamiento, y no un juguete.
Sobre todo, diviértete. El entrenamiento con clicker va a mejorar tu relación y comunicación con tu mascota, de una manera segura y confiable.
3 Alternativas al clicker
Si bien este libro utiliza al clicker como herramienta, éste puede ser fácilmente reemplazado por algún recurso que está al alcance de cualquiera. A veces porque es un elemento que aún hoy en algunas ciudades puede ser dificultoso de conseguir; o bien porque tu perro tiene necesidades especiales: no tiene sentido usar una señal sonora si tu perro es sordo.
Si tienes oportunidad de comprar un clicker donde tú vives, ¡hazlo! Si no, no te preocupes. A continuación menciono sólo algunas ideas que puedes aplicar para reemplazar el clicker. Al leer este libro, simplemente reemplaza donde diga ¡click! por el estímulo que hayas elegido-premio. Escoge sólo un estímulo, y a menos que veas que luego de uno o dos días tu perro no reacciona ante ese estímulo, no utilices otro. Lee el capítulo 2 on page 1↑ para aprender acerca del uso y aplicaciones del clicker.
Silbato Un silbato es una buena alterna al clicker. Especialmente los silbatos especiales para perros, que tienen un sonido que si bien es audible también para humanos, lo es en un volumen mucho menor que un silbato normal. Un perro puede escuchar un silbato para perros a una distancia aproximada de 300 metros (al aire libre).
Chasquidos con la lengua Es posible hacer un ruido como de chasquido con la boca o con la lengua, que sonaría algo así como “tuk”, o “cluck”. Esta es una opción recomendada cuando son pocas las personas quienes convivan y entrenen al perro, ya que no a todas las personas les resulta sencillo realizar ese sonido. De haber varios entrenadores, es recomendable escoger un sonido que todos puedan hacer de manera similar. No se preocupen si el sonido no es extremadamente fuerte, un perro tiene buen oído y lo escuchará perfectamente a una distancia razonable.
Una palabra clave Es perfectamente posible utilizar una palabra en reemplazo del clicker. ¿Mi favorita? Es ¡SSSÍ! Es una palabra fácil, corta, y el perro no tendrá dificultad alguna para aprenderla!
Una señal visual Las señales visuales se recomiendan particularmente para perros con dificultades de audición, y funcionan muy bien, con la obvia limitación que el perro debe estar mirando a la fuente de la señal para que se de cuenta que aconteció. Algunas señales visuales recomendadas son:
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- Una linterna que tenga un pulsador, que permita prender y apagar la luz brevemente (como si se tratara del flash de una cámara de fotos).
- Una señal de mano. Por ejemplo alzar la mano abierta (como diciendo “Alto!”), o dibujar un círculo imaginario con todo el brazo.
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